miércoles, 23 de noviembre de 2016

Polonia???? viajemos!!

Unas cuantas curiosidades sobre Polonia A veces, paseando por la ciudad, se me ocurren ciertas cosas que, si bien no dan para un artículo completo, sí que merecería la pena recopilar.
 Por ello, aquí van unas cuantas curiosidades que resultan en mayor o menor medida chocantes para un español: Polonia es un país de fuerte tradición católica. Por ello, las influencias culturales son abundantes y (en muchos casos) similares a la nuestra. Mucha gente no queda los domingos por la mañana porque tiene que ir a misa. Y no es buena idea discutir sobre religión. 

El Papa Juan Pablo II es un ídolo, casi una divinidad (valga la redundancia). Pese a ello, no es tanto porque llegara a papa sino por la tremenda influencia que en su día tuvo para lograr la transición del comunismo a la democracia en el país. En 1968, el cantautor catalán Josep Lluis Llach compuso “L’estaca”, canción que se convertiría en todo un himno a la libertad durante la dictadura del General Franco en España. En 1978, el cantante polaco Jacek Kaczmarski escribe el poema “Mury” y lo adapta a la música de la canción de Llach.

 La canción se convierte en el himno del movimiento Solidarność, que acabaría por forzar la salida del gobierno comunista y la vuelta de la democracia a Polonia. No hay mucha variedad de nombres respecto a las mujeres. Muchos de ellos coinciden con nombres españoles (Magdalena, Marta, Karolina, Barbara, Joanna, Paulina…), debido principalmente al origen católico. Todo el mundo tiene un nombre largo, que utilizan en situaciones formales, y un nombre corto que utilizan con las personas de confianza. 

Así, nos encontramos con que a Barbara la llaman Basia. A Joanna, Asia. A Alexandra, Ola. A Katarzyna, Kasia. A Tomasz, Tomek… Un rasgo distintivo de la fisonomía polaca es el, por lo general, gran tamaño de su nariz (si las comparamos con las nuestras, claro). También debido a la tradición católica, el machismo está aún muy arraigado, y muchas mujeres tienen la mentalidad de “necesidad de encontrar un marido”. 

Muchas se agobian si con 22 años aún no han encontrado un candidato o no han conseguido casarse. Curiosamente, como muchas se casan durante sus estudios, vuelven a casa de sus padres después de la boda hasta que consiguen independizarse. Por todo ello, una de las cosas que tienden a mirar cuando les presentan a alguien de sexo contrario es… si llevan anillo en el dedo. 

Supongo que debido a lo anterior, la mayoría de las jóvenes polacas tienden a cuidar su aspecto físico de forma exagerada. Salir a la calle un día normal equivale a pasarse por la Biblioteca de Derecho en época de exámenes. Supongo que de ahí vendrá la leyenda de que “no hay polaca fea”. 

La pizza polaca es de gran calidad. Por desgracia, los polacos no lo saben, ya que una vez servida en la mesa le aplican una generosa capa de salsa de ajo que oculta cualquier viso de su sabor original. En Polonia son bastante aficionados al billar, principalmente al inglés (Snooker). Por ello es frecuente encontrar enormes locales donde alquilar estas mesas por horas mientras se escucha buena música tomando una cerveza. 

La costumbre de fumar está muy extendida. También la de beber. En cualquier momento. En cualquier lugar. Eso sí: beber en la vía pública está prohibido, y los bares suelen limitar una zona para fumadores y otra para no fumadores. Supongo que debido a lo anterior, aquí una “caña” tiene, como mínimo, una capacidad de medio litro. Al igual que las latas y botellas de cerveza. Cuando les cuento a los locales que en España bebemos “tercios” y “quintos” siempre se ríen sólo de imaginarlo. 

La bebida clásica de Polonia, además de la cerveza, es el vodka. Pero en serio, no tiene nada que ver con el que se bebe en España. Es perfectamente posible beber un chupito sin después arrugar la cara de asco. El vodka polaco (wódka) sería un equivalente a nuestros aguardientes de sabores (hierbas, de café, de limón…).

 El más famoso es el Zubrówka (aromatizado con pasto de bisonte), seguido de cerca por Soplica (conocido informalmente como “chupito de Nutella”). Siguiendo con la cerveza, es de poca graduación, pero bastante dura de beber (rasca en la garganta). Las mujeres típicamente la beben con pajita añadiéndole sirope de frambuesa, fresa o mora. En invierno son comunes la cerveza caliente especiada (Grzane piwo) y el vino caliente especiado (Grzane wino). Normalmente suele usarse miel, cúrcuma, canela y/o clavo, con una rodaja de naranja. Las especias se venden en supermercados con forma de bolsas de té. La globalización no perdona. 

Aquí encontrarás cadenas y franquicias como Telepizza, Lidl, Aldi, Auchan (Alcampo), Decathlon, Factory… La cadena de supermercados más famosa, sin embargo, es Biedronka, que es una mezcla entre Dia y Lidl, con precios bajos a cambio de no poder pagar con tarjeta. 

En Polonia no existe es dificil de encontrar Fanta limón y la CocaCola sin cafeína no existe, la Kas Naranja se sigue llamando Mirinda y las botellas de refresco son de dos litros y medio. El agua con gas (con sabores y sin sabores) se bebe muchísimo, y aunque echarle sirope a la cerveza es algo completamente aceptable (si eres chica), “diluirla” con limón es visto como un auténtico sacrilegio. El aceite de oliva no es tan caro, el precio es bastante similar al de España. La comida es MUCHÍSIMO más barata que en España.

 Muchas veces sale más a cuento ir de restaurante que cocinar. Por ejemplo, un cubo de 14 piezas del KFC que en España cuesta 28,95€ aquí cuesta unos 50zl (~12€). En cuanto llega el buen tiempo, es muy común comprar barbacoas portátiles y salir a los jardines a asar unas salchichas. Casi todos los jóvenes menores de 30 años hablan un correctísimo inglés. Es -desgraciadamente- frecuente observar gente completamente borracha en cualqueir lugar, a cualquier hora del día. Especialmente en el transporte público. La red ferroviaria es extensa, pero los trenes son viejos y lentos. Ir de Cracovia a Wroclaw en autobús implica unas tres horas.


 Ir en tren, el doble (y por el mismo precio). Los polacos no respetan mucho los pasos de cebra, por lo que cruzar la calle se convierte en un deporte de riesgo. Hay policía por todas partes, generalmente joven, fuertemente armada y en buena forma física. Si un policía ve un peatón cruzando un semáforo en rojo, le pondrá una bonita multa de unos 200zl (~50€). Esto lo sé de primerísima mano.

 Para evitar una conversación o “hacerse el longuis” con gente con aspecto sospechoso que se dirija a ti es mejor responder en Español (o mejor aún, en Catalán, Euskera o Gallego). 

Nunca en inglés, ya que, como he comentado antes, muchísimos polacos dominan perfectamente el idioma y no podrás escurrir el bulto. Una vez al año, normalmente durante la segunda semana de Mayo, los alcaldes de las ciudades entregan la llave (y el control) a los estudiantes, que organizan una fiesta de proporciones épicas. Este evento es conocido como Juwenalia, y se corresponde al periodo de relax previo a los exámenes. Los baños públicos son, por lo general, de pago (unos 2zl /~50cts) A los polacos les encanta bailar, especialmente salsa. 

Muchos van a clases de baile, y se nota. Normalmente están gustosos por aplicar sus conocimientos, y no importa que la canción que suene en ese momento sea de Chayanne, de Daft Punk o de Offspring: cualquier momento es bueno para bailar salsa. La diferencia entre cambiar Euros-Zlotych en el Kantor del aeropuerto/estación y hacerlo en un Kantor más apartado puede notarse en una diferencia de un 33% de lo cambiado. NUNCA hay que aceptar menos de 400zl por 100€ (al menos a fecha actual) La ropa de cama no tiene nada que ver con la nuestra. 

Normalmente consiste en una sábana bajera (sin gomas) que no cubre completamente el colchón (ignoro por qué) más un nórdico con el que taparse.


 Ni que decir tiene que NO se puede enganchar en los pies del colchón. En lugar de almohada, usan cojines. Hay un ingrediente que echarás mucho de menos en Polonia. Y no, no es el chorizo, ni el jamón: es ¡¡el tomate frito!! Estamos a mediados de Mayo… y el sol asoma en el horizonte a partir de las cuatro tres y media de la mañana. Sumémosle a eso que aquí no existen las persianas y tendremos un terrible resultado para un español acostumbrado a dormir en oscuridad total. 
Los estudiantes acuden a realizar los exámenes orales vestidos de traje.

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